Era mi deber disparar al enemigo, y no me arrepiento de ello. Mis pesares son por la gente a las que no pude salvar: infantes de marina, soldados, amigos. No soy ingenuo, y no idealizo la guerra. Los peores momentos de mi vida han llegado siendo SEAL. Pero puedo estar delante de Dios con la conciencia limpia de haber hecho mi trabajo.
Chris Kyle
soldado